EL ESGUINCE DE TOBILLO

EL ESGUINCE DE TOBILLO

¿Qué es? Los ligamentos pertenecen al sistema que tiene nuestro cuerpo de proteger nuestras articulaciones. Son “cuerdas” que ponen el límite en el movimiento que realizamos. Cuando por un traumatismo ese límite se sobrepasa, nuestros ligamentos se estiran sobremanera causando dolor, y es entonces cuando esa distensión puede provocar la rotura parcial (algunas fibras) o total del ligamento: esto es lo que llamamos un ESGUINCE.

¿Cómo se produce? En el tobillo el esguince se produce por una torcedura, una mala pisada, cuando caemos mal sobre el pie, al bajar un escalón/acera, etc…

Tipos: Dependiendo de su gravedad puede ser de grado I (más leve), II o III (más grave); según como se tuerza el pie puede ser interno (más problemático, aunque menos frecuente) o externo (el más habitual).

Es entonces cuando el tobillo duele, se empieza a hinchar, incluso puede ponerse morado (hemorragia), no podemos apoyar y andar bien…

¿Qué debemos hacer? 1º.- Ponernos hielo en la zona e ir al hospital para descartar una fractura con la radiografía.

2º.- Tratar el esguince: acudir al fisioterapeuta para iniciar el tratamiento de recuperación cuanto antes. Allí se aplicarán técnicas para reducir el dolor, la inflamación, y proteger mediante un buen vendaje funcional el ligamento lesionado sin necesidad de una inmovilización completa (escayola).

El esguince no está curado del todo cuando deja de doler. Muchas veces pasa el tiempo y creemos que ya no hay lesión, pero es un gran error. Cuando no trabajamos la propiocepción, la fuerza muscular, la flexibilidad de nuestro tobillo está mal curado. Por eso, vuelven a repetirse una y otra vez y entonces tenemos un esguince crónico.

Además, el esguince mal curado puede originar lesiones adaptativas en otras zonas de nuestro cuerpo, y al cabo del tiempo aparecen dolores que aunque aparentemente no tienen relación con nuestro esguince, es éste el causante de esos problemas (lumbalgias, cervicalgias, dolores de cabeza repetidos, dolores de rodilla, cadera, etc…)

Así pues, no debemos pasar por alto una lesión así. Hay que curarla bien para evitar problemas posteriores, y nada mejor que acudir a un buen profesional para ello. Es la mejor garantía.

Ana Isabel Rodriguez Jimenez

Centre de Fisioterapia FISIOSAN- San Juan



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