EL CODO: LESIONES Y TRATAMIENTOS EN FISIOTERAPIA

EL CODO: LESIONES Y TRATAMIENTOS EN FISIOTERAPIA

Muchas personas padecen lesiones de codo sin saberlo. A veces, cuando empiezan las molestias no sabemos lo que ocurre, pero siempre pensamos que con el tiempo se pasará. En ocasiones es así, pero no nos engañemos; a veces el problema está latente, esperando volver a aparecer con un nuevo esfuerzo.

Los dolores son muy diversos; sin motivo aparente de repente nos duele la muñeca o el codo y no podemos coger las cosas, porque sentimos que no tenemos fuerza para sujetarlas. A veces, coger un vaso nos resulta casi imposible. Tampoco sabemos lo que nos duele porque sólo pasa en algunos movimientos, no en todos.

Uno de los problemas que causa estos síntomas es una inflamación de los tendones, que van desde la muñeca hasta el codo. Estas tendinitis imposibilitan para hacer hasta las tareas más cotidianas. Esto se conoce como codo de tenis y codo de golf.

Se llama codo de tenis o epicondilitis a la inflamación de los tendones que se insertan en los huesos húmero y radio y que suele ser habitual en los tenistas. El codo de golf o epitrocleitis es igualmente una inflamación de los tendones que se insertan en el húmero y cúbito.

¿Quién lo padece? No pensemos que sólo ocurre en deportistas. Estas lesiones son tan habituales que nos las encontramos en personas que se dedican a la limpieza (movimiento de limpiar los cristales), o que realizan un gesto con la mano muy repetitivo; carniceros o pescaderos (por el cuchillo o machete), tenistas, golfistas, o incluso mamás que se cargan la zona dando el biberón a sus bebés, etc.

¿Qué síntomas son? A veces las molestias que se sienten son diversas; no tenemos fuerza, dolor de la muñeca, se nos duermen todos o algunos dedos de la mano, hormigueos por el brazo, se nos caen las cosas… Por eso a veces se puede confundir con un síndrome del túnel carpiano que es un atrapamiento del nervio en la muñeca.

¿Qué podemos hacer? Siempre debemos acudir al médico, para descartar otros problemas (problemas de cuello, artrosis, esguinces…) y realizar un diagnostico diferencial. En ocasiones se recurre a los antiinflamatorios y relajantes musculares (que pueden perjudicar nuestro estomago) o también las infiltraciones (inyecciones directas en la articulación) pero deben ser nuestro último recurso, o también la inmovilización (que puede provocar pérdida de masa muscular).

La fisioterapia es una buena opción; se trata de eliminar la inflamación con métodos físicos, nada de medicación y consigue muy buenos resultados sin perjuicio de la salud. Se utilizan en su tratamiento los ultrasonidos, el masaje, la electroterapia, los estiramientos, los vendajes funcionales en algunas ocasiones, y el hielo.

Actualmente, el éxito en los tratamientos es tan satisfactorio en la mayoría de los casos que nos ayuda a seguir adelante, mejorando las técnicas para que podamos ofrecer la mejor asistencia y el mejor resultado en el menor tiempo posible.

El dolor es una manera de nuestro cuerpo para decirnos lo que le pasa; sepamos escuchar y pongamos remedio cuanto antes.

ANA ISABEL RODRIGUEZ

CENTRO DE FISIOTERAPIA FISIOSAN



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