FISIOTERAPIA EN LA HEMIPLEJÍA

FISIOTERAPIA EN LA HEMIPLEJÍA

La hemiplejía es uno de los problemas neurológicos más frecuentes en nuestra sociedad. Sin duda, todos conocemos o hemos conocido a alguien que ha sufrido un derrame, una trombosis…, en definitiva un Accidente Cerebro-vascular Agudo (ACVA). Pero, ¿qué es y qué consecuencias tiene?

La hemiplejía es la parálisis de un lado del cuerpo, que según la gravedad de la afectación, puede alterar la sensibilidad, la deglución, el habla (afasia), la vista (hemianopsia), la musculatura de la cara (parálisis facial) o de los miembros superiores e inferiores. Si la afectación es leve se considera hemiparesia, y generalmente el paciente llega a realizar bien las actividades de la vida diaria (independencia en el vestir, comer, asearse, ocio y tiempo libre, etc.).

Las causas de esta enfermedad suelen ser múltiples, aunque en la mayoría de casos suelen aparecer en personas mayores. El porcentaje más alto de esta patología viene dado por problemas circulatorios, embolias (trombosis) el taponamiento de una arteria que irriga una parte del cerebro, hemorragias (derrames) del torrente circulatorio por un aneurisma o rotura de la pared de una arteria. Este tipo de lesiones se acentúan en personas mayores si además son o han sido consumidores de alcohol, tabaco, drogas, son hipertensos, o tienen diabetes. Otras causas son los traumatismos craneales, tumores, meningitis infantil…, pero el porcentaje suele ser muy pequeño.

Ya conocidas las causas y la afectación que puede provocar una hemiplejía, entra la labor de la fisioterapia, cómo se debe abordar el paciente en las diversas etapas de la patología. Comentar que hay dos etapas:

1º etapa el hemicuerpo afectado normalmente suele estar flácido (no tiene tono muscular) y por tanto no se puede mover. Aquí, el objetivo principal es evitar las úlceras por presión, realizando cambios posturales cada dos o tres horas, y evitar las posibles deformidades movilizando las distintas articulaciones afectadas. El paciente debe volver a reconocer el lado enfermo, comunicándonos con él siempre desde este lado para estimular su recuperación. Esta etapa suele comprender entre una semana y un mes, dependiendo de la gravedad de la lesión.

2º etapa, la musculatura se vuelve espástica generalmente (o sea, muy contraída y deformando los miembros inferiores y superiores). Aquí el trabajo del fisioterapeuta y del paciente es fundamental. Se utilizan varias técnicas con diferentes objetivos dependiendo del caso (Bobath, Kabat, Cadenas Musculares G.D.S.), aunque siempre las técnicas deben adaptarse en cada caso al paciente, y no al contrario. El trabajo básico son los tres primeros meses, cuando el paciente evolucionará más rápidamente, aunque es fundamental trabajar por lo menos seis meses. La recuperación puede avanzar hasta el año de tratamiento, aunque según la motivación del paciente y las ganas de trabajar, puede prolongarse hasta los dos años. A partir de ahí, lo importante es un buen mantenimiento para evitar el retroceso en la recuperación conseguida.

Sin duda, todo este camino es difícil, pero el esfuerzo vale la pena. El paciente y su fisioterapeuta forman un equipo, y como tal deben trabajar para conseguir su principal objetivo: la recuperación, en la medida de lo posible, de las actividades que toda persona realiza en su vida cotidiana.

 

Francesc Taverner Torrent

Fisioterapeuta a domicilio Centro de fisioterapia FISIOSAN



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