FISIOTERAPIA ACUÁTICA
¿Qué es la fisioterapia acuática?
La fisioterapia acuática es una parte de la fisioterapia que utiliza el agua como medio para realizar un tipo determinado de rehabilitación.
¿A quién va dirigida?
A cualquier tipo de paciente con cualquier tipo de patología física o psíquica; aunque han de tener cuidado los pacientes con cardiopatías descompensadas (problemas de corazón), heridas abiertas o infectadas, enfermedades contagiosas, crisis convulsivas no controladas (epilepsia) o infecciones urinarias.
¿Qué instalaciones necesitamos?
Para una sesión de fisioterapia acuática se necesita una piscina que no cubra, aproximadamente de 1,20 a 1,40 metros de profundidad; cuyas dimensiones no tienen porqué ser las de una piscina olímpica, nos bastaría con una de 6 x 4 metros. Debe ser accesible a todo tipo de pacientes (bien con una rampa o una grúa) y la temperatura del agua ha de oscilar entre los 28º a 35º dependiendo del tipo de trabajo que se quiera realizar. Aunque también podemos realizarla en la playa beneficiándonos así de las propiedades del agua del mar (talasoterapia).
¿Qué tipos de fisioterapia acuática podemos encontrar?
La fisioterapia acuática incluye una amplia gama de terapias adaptadas al medio acuático entre las que podemos encontrar las técnicas de Bad Ragaz, hidrocinesiterapia, Halliwick, Watsu o ejercicios de movilización y estiramiento.
¿En qué consisten cada una de las técnicas anteriores?
El método Bad Ragaz es una técnica de FNP (facilitación neuromúscular propioceptiva), es decir, es una técnica que utiliza diferentes patrones de movimiento para facilitar o mejorar la capacidad normal de músculos y nervios a través de estímulos sensoriales. Requiere un nivel elevado de habilidad por parte del fisioterapeuta y del paciente por lo que no se puede utilizar siempre.
La hidrociensiterapia es el tratamiento en el medio acuático a través del movimiento activo, asistido o resistido. Para ello utilizamos todo tipo de materiales, tanto de flotación como de resistencia (flotadores, tablas, mancuernas, hidrobotas, fritas, lastres, palas, aletas, botellas llenas o vacías, etc…). Estos ejercicios no tienen porqué realizarse en presencia del fisioterapeuta, los puede realizar el paciente sólo siempre y cuando se le hayan explicado correctamente.
El método Halliwick sirve para adquirir nuevas habilidades que permitan al paciente tener control sobre su cuerpo en el agua. Este método se sirve de las leyes de la mecánica de fluidos (flotación, densidad, metacentro y presión hidrostática) y consta de 10 puntos que forman una secuencia con la que el paciente se va adaptando al medio en el que se encuentra. La finalidad de este método es conseguir que el paciente termine realizando natación, ya sea normal o adaptada.
El Watsu es una técnica de relajación que consiste en imprimir al paciente movimientos rítmicos y lentos dentro del agua acompañados de la respiración. Para que sea efectivo, el paciente debe confiar plenamente en el fisioterapeuta y la temperatura del agua debe ser la correcta (35º aproximadamente) para evitar la sensación de frío.
En cuanto a los ejercicios de movilización y estiramientos, se trata de ejercicios muy similares a los que se realizan en seco pero utilizando el agua, bien como ayuda o como dificultad.
Conclusión.
La fisioterapia acuática es una parte de la fisioterapia en la que utilizamos el agua como tratamiento. No se trata de una terapia alternativa, sino de otra herramienta de la que el fisioterapeuta dispone para procurar que la rehabilitación de un paciente sea lo más completa posible.
Mª Jesús Gaona Amores
Centro de fisioterapia FISIOSAN, SAN JUAN